domingo, 2 de octubre de 2011

ENFERMEDAD DE CHAGAS : Cuando la ayuda no llega

Alicia Moreno cuando cumplió los 60 años, dejó su trabajo como cardióloga de la Municipalidad de Córdoba, pero gran parte de su vida se desempeñó en el Servicio Nacional de Chagas.

Alicia Moreno hoy está jubilada y es feliz de ser abuela. Cuando cumplió los 60 años, dejó su trabajo como cardióloga de la Municipalidad de Córdoba, pero gran parte de su vida se desempeñó en el Servicio Nacional de Chagas. Estuvo 18 años y se fue asqueada por ciertos manejos que vio durante la gestión militar del Proceso y la de gobiernos democráticos.
Fue nombrada cuando el organismo nacional –que tenía sede en Córdoba– estaba a cargo del coronel Carlos Nicolás Romanella, quien vestido con uniforme de combate y una fusta en la mano, decía: “Ésta es la tercera guerra mundial, es la guerra contra la vinchuca”.
Por esa época (1978-1980), el militar hacía operativos masivos de fumigación de ranchos de adobe y quienes se negaban a salir eran arrojados afuera, aferrados a alguna silla o a un camastro con sunchos de lata.
“Yo me llegué a enfermar porque siempre hubo manejos raros, abusos y abandonos. Se compraba material carísimo y sólo se utilizaba la mitad. No sé si lo vendían o tenían desinfecciones privadas. Nunca hubo una época regular; siempre estuvimos en manos de los negociados de los de arriba y de las jefaturas intermedias. Y pensar que todos llegaron con una mano atrás y otra adelante”, cuenta la médica.
La cardióloga Moreno recuerda que desde Buenos Aires, “siempre se retaceaban los fondos; cómo iban a tirar plata a los del norte relacionado con la pobreza y la incultura”.
Su frustración fue porque la parte médica del Servicio Nacional de Chagas “no tenía nada; el gasto grande era en los insecticidas. Íbamos a los ranchos, golpeábamos una pared con la mano y caían 50 ó 60 vinchucas. Después había que atender a los pacientes; los cardiólogos no teníamos forma de ayudarlos. Yo, cuando tenía, les daba muestras gratis de los laboratorios”.
Un reconocido psicólogo especialista en temas sociales siempre comenta que en cualquier plan, sea alimentario, sanitario o de viviendas, “cuando desde arriba se envía un litro de agua, abajo sólo cae una gota”.
Quizá por eso, aquella tercera guerra mundial que comenzó un coronel del Proceso, hace más de tres décadas, parece no tener fin.


*NOTA  DEL AUTOR DEL BLOG:  Mucha gente capaz, inteligente y proba que aporto humanidad y capacidad cientifica al sistema, a los que demandan cobertura sanitaria y que gritan por equidad en la distribucion de los recursos de salud, se retiraron cansados,  defraudados, asqueados de manejos, de negociados, de tener que recibir ordenes para gastar mas en lo que mas produce y no en este tipo de enfernedades......por cada Medico , enfermero  o auxiliar de SALUD capaz y honesto, hay tres que no saben nada de medicina, de salud, de gestion de recursos, de planificacion y estrategias sanitarias......pero saben de cheques, bancos, a que puerta tocar y donde guardar  ""SUS RECURSOS""..........

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