sábado, 21 de diciembre de 2013

La Unión Europea aprueba Ipilimumab para el tratamiento del melanoma avanzado en pacientes previamente tratados

Ipilimumab es el primer y único medicamento autorizado que demuestra una mejora significativa en la supervivencia global de los pacientes con melanoma avanzado y previamente tratados.
La Comisión Europea ha aprobado el uso de Yervoy (ipilimumab) para el tratamiento de pacientes adultos con melanoma avanzado (irresecable o metastásico) que hayan recibido tratamiento previo. Ipilimumab, un innovador medicamento inmunoterápico desarrollado por Bristol-Myers Squibb, mostró una mejoría de la supervivencia a largo plazo en un ensayo clínico fase III, aleatorizado y doble ciego, cuyos resultados fueron publicados en junio de 2010 en el 'New England Journal of Medicine'. Según la curva de supervivencia (curva de Kaplan-Meier), las tasas de supervivencia en los pacientes que recibieron ipilimumab a doce meses y a dos años fueron del 46% y el 24%, respectivamente, frente al 25% y 14% del grupo de control. Además, los resultados del estudio muestran que algunos pacientes permanecían vivos después de tres y cuatro años de seguimiento.
Con la aprobación de ipilimumab los oncólogos disponen ahora de una opción importante que ofrecer a los pacientes con melanoma metastásico. Se trata de una oportunidad de aumentar la supervivencia no sólo meses, sino potencialmente hasta 3 ó 4 años”, ha declarado el profesor Alexander Eggermont, director general del Institut Gustave Roussy de París (Francia). “Tenemos la esperanza de que el novedoso mecanismo de acción de ipilimumab, unido al hecho de que el tratamiento recomendado consiste en cuatro infusiones de 3 mg/kg durante tres meses, podría cambiar la forma de tratar a pacientes con melanoma avanzado que ya han sido tratados previamente. Es un ejemplo de lo que se puede lograr mediante la potenciación de la respuesta de nuestro propio sistema inmunológico”, ha añadido el profesor Eggermont.
Bristol-Myers Squibb trabajará junto con las autoridades sanitarias de cada país para acelerar al máximo posible la disponibilidad de ipilimumab en toda Europa. Antes de su aprobación, la compañía proporcionó el medicamento a casi 3.000 pacientes a través de su programa de uso compasivo. Bristol-Myers Squibb mantiene su disposición de seguir trabajando para que los pacientes que necesitan ipilimumab puedan recibirlo mientras se negocia el reembolso del fármaco con las diferentes autoridades sanitarias europeas.
Ron Cooper, presidente de Bristol-Myers Squibb en Europa, ha señalado: “Con una supervivencia media desde el momento del diagnóstico de entre seis y nueve meses, los pacientes con melanoma avanzado tenían muy pocas esperanzas hasta ahora. La aprobación de ipilimumab es un hito para estos pacientes y es, también, el primer resultado de nuestro compromiso con la investigación en el campo de la inmunooncología”. Cooper ha añadido que tras el acuerdo inicial de colaboración con Medarex y la posterior compra de esta compañía y de los derechos sobre ipilimumab, Bristol-Myers Squibb mantendrá su estrategia de buscar alianzas y colaboraciones con otras compañías innovadoras en todo el mundo. “Con esta iniciativa y otras similares avanzamos hacia un único objetivo: descubrir, desarrollar y proporcionar a los pacientes medicamentos innovadores que les ayuden a vencer enfermedades graves”, ha concluido el presidente de Bristol-Myers Squibb en Europa.
Ipilimumab supone un nuevo paradigma terapéutico dentro de la disciplina de la inmunooncología, un campo de investigación en constante evolución. Es un nuevo tipo de inmunoterapia que actúa indirectamente sobre el tumor al estimular al sistema inmunológico del paciente para reconocer y destruir a las células cancerosas. Ipilimumab bloquea una molécula denominada antígeno 4 asociado al linfocito T citotóxico (CTLA-4), que desempeña un papel importante en la supresión de la respuesta inmunológica normal frente al cáncer. Ipilimumab impide esa supresión y, por lo tanto, permite al sistema inmunológico responder a organismos extraños como las células tumorales.
Ipilimumab es un medicamento interesante, porque modula el comportamiento de las células relacionadas con la inmunidad del organismo y bloquea mecanismos de tolerancia al cáncer que son realmente nocivos para las personas que lo padecen”, explica el doctor Salvador Martín Algarra, oncólogo de la Clínica Universitaria de Navarra y presidente del Grupo Español del Melanoma (GEM). Para este experto, las ventajas clínicas de ipilimumab se resumen en que proporciona una mayor tasa de control del melanoma avanzado y prolonga ese efecto durante más tiempo que los tratamientos actuales.
La mayoría de los efectos adversos atribuidos a ipilimumab están basados en su mecanismo de acción sobre el sistema inmunitario. Ipilimumab puede provocar efectos secundarios de tipo inmunológicos graves e incluso mortales debido a la activación y proliferación de linfocitos T. Estas reacciones en las que interviene el sistema inmunitario pueden afectar a cualquier órgano, aunque los efectos más comunes observados en los ensayos clínicos fueron enterocolitis, hepatitis, dermatitis (incluyendo casos de necrólisis epidérmica tóxica), neuropatía y endocrinopatía. La mayoría de estas reacciones adversas de tipo inmunológico se manifestaron inicialmente durante el tratamiento. Sin embargo, un reducido número de ellos se produjeron semanas e incluso meses después de abandonar el tratamiento con ipilimumab. Los pacientes tratados con este medicamento deben ser evaluados periódicamente para detectar signos y síntomas de enterocolitis, dermatitis, neuropatía y endocrinopatías. También se les debe realizar análisis químicos, incluyendo pruebas de función hepática y de función tiroidea, tanto al inicio del tratamiento como después de cada dosis.
Los efectos adversos asociados a ipilimumab se pueden tratar mediante guías y protocolos específicos, incluyendo la administración de corticoides de uso sistémico y otros inmunosupresores, así como la interrupción e incluso el abandono del tratamiento.

Una histórica terapia contra el cáncer es el avance del año.-

La inmunoterapia se inventó hace más de un siglo, pero resurgió en 2013. Miniórganos y vacuna a medida, entre lo más destacado según la revista “Science”.

En 2012, todo el progreso científico quedó eclipsado por el descubrimiento del bosón de Higgs, o “partícula de Dios”.
Sin grandes estridencias y con “la máquina de Dios” apagada, 2013 estuvo signado por terapias, vacunas, técnicas e incluso miniórganos que buscan acorralar las enfermedades que afectan al hombre.
La revista Science ha colocado en el pedestal de la ciencia de este año la inmunoterapia contra el cáncer, la cual tiene más de un siglo de historia.
En 1890, el médico William Coley leyó sobre un paciente que misteriosamente había sobrevivido a un sarcoma (tipo de cáncer) tras haber sufrido una infección en la piel.
Inmediatamente pensó que el sistema defensivo de nuestro organismo que ataca al patógeno también había reaccionado ante el tumor. Durante 40 años, Coley aplicó improvisadas vacunas con patógenos atenuados a sus pacientes con cáncer para lograr una reacción inmune que también ataque al cáncer.
Esta terapia no tuvo tanto éxito y fue superada luego por la quimioterapia y radioterapia. Sin embargo, más de un siglo después la inmunoterapia resurge.
La célula tumoral tiene la capacidad de engañar al sistema inmunológico y evitar su ataque. Los nuevos inmunomoduladores (Ipilimumab, Mifamurtida) desarrollados en los últimos años le quitan a los tumores esta capa de invisibilidad. El sistema inmune detecta que el tumor es un intruso en el organismo y lo ataca.
Ya se han aprobado algunos fármacos que siguen está vía de tratamiento, pero es una terapia acotada que todavía no ha mostrado todo su potencial.
Maquetas de órganos. Minihígados, minirriñones y minicerebros (del tamaño de un poroto) fueron desarrollados este año por investigadores. El objetivo de estos organoides es utilizarlos para estudiar mejor nuestro organismo, sobre todo, en las primeras etapa de desarrollo. No obstante, permiten soñar con que en un futuro podamos recrear órganos a partir de nuestras células madre.
El huerto humano. En nuestro cuerpo hay diez veces más células de microbios que células humanas propias. En 2013 se produjeron varios descubrimientos sobre cómo es la relación con este huerto humano.
Por ejemplo, se sabe que juegan un papel clave en el desarrollo de la obesidad y de algunos casos de desnutrición. También influyen en algunas enfermedades. Por ejemplo la presencia de una fusobacteria está asociada al cáncer de colon.
Arquitectos de vacunas. Científicos de los Institutos Nacionales de la Salud de EE.UU. presentaron este año una vacuna experimental contra el virus respiratorio sincicial, un patógeno que mata cada año a 160 mil niños. Los investigadores lograron observar a nivel atómico la estructura de una proteína del virus para diseñar la vacuna. El mismo enfoque podría aplicarse en vacunas contra la hepatitis C, el dengue y el virus del Nilo occidental.
Mientras duermes. Cuando dormimos nuestro cerebro se limpia al abrir un 60 por ciento más los canales que hay entre neuronas y permitir que circule más líquido cefalorraquídeo. Este trabajo realizado en ratones, demuestra que un mayor flujo permite eliminar sustancias basuras vinculada al mal de Alzheimer, por ejemplo.
Clonación humana. La idea despierta miedo. En 2013 se lograron clonar células madre humanas por primera vez, un avance que podría servir para tratar enfermedades neurológicas, la diabetes o la ceguera. Este avance se logra luego de varios fraudes y 17 años después de la famosa oveja Dolly.
Paneles solares como espejitos de colores. Un nuevo material podría reducir hasta cinco veces el costo de los paneles solares y avanzar finalmente hace una revolución energética. Perovskita, un mineral compuesto por titanio y calcio, podría sustituir al silicio tradicional. Sin embargo, estas células solares todavía no son tan eficientes como las que están a la venta actualmente. Apenas convierten en electricidad el 15 por ciento de la energía solar que reciben.
Tijeras para el ADN. En 2013, más de una docena de equipos de investigación utilizaron una nueva técnica para manipular los genomas de plantas, animales y células humanas. La técnica, bautizada Crispr, consiste en una especie de “kit de cirugía molecular”, según la revista Science, que permite editar los genes gracias a una proteína bacteriana que corta con precisión el ADN.
El animal de 2013
Feo pero eterno. Nunca ganará un concurso de belleza, pero la rata topo desnuda (Heterocephalus glaber) puede enseñarle varias cosas al hombre. Dos estudios este año encontraron pistas sobre por qué estos roedores pueden vivir 30 años sin cáncer.
Secreto. Un secreto puede ser un ribosoma que permite la producción de proteínas libres de errores. Proteínas deformes pueden acelerar el envejecimiento. Otra alternativa es la presencia de una azúcar larga en su organismo. La rata topo desnuda no la descompone rápido como otros animales, por lo que se acumula en los espacios que pueden ocupar los tumores.