Un reciente análisis de las estadísticas demuestra que creció el número de quienes padecen esta enfermedad. Los afectados no pueden consumir derivados de cereales como la harina de trigo. Ya se habla de una “explosión epidemiológica”
La celiaquía es la intolerancia permanente al gluten, conjunto de
proteínas presentes en el trigo, avena, cebada y centeno (TACC) y
productos derivados de estos cuatro cereales. Pueden padecerla tanto
niños como adultos. Actualmente, la incidencia es mayor en mujeres, que
en varones.
Una revisión de los estudios recientes más sólidos confirma que cada
15 años se duplica la cantidad de personas que la padecen. Por eso,
durante el III Simposio Latinoamericano dela Enfermedad Celíaca,
realizado en esta ciudad, llegó a hablarse de una “explosión”
epidemiológica de la enfermedad celíaca.
Allí se presentaron los detalles de esta revisión de la literatura. Y
se analizaron muestras de sangre almacenadas en los 50 y 70 con
aquellas obtenidas en el nuevo milenio.
“Es una enfermedad con un fuerte componente familiar, en la que un
agente externo, el gluten, termina generando una reacción de la
inmunidad con daño en la mucosa del intestino. La genética y la
inmunidad pueden cambiar en cientos o miles de años, pero no en 15 ni en
50 años. Entonces, habría que preguntarse qué factores ambientales
tienen que ver con este aumento de la prevalencia”, señaló el profesor
Julio Bai, jefe del Departamento de Medicina del Hospital de
Gastroenterología Dr. C. Bonorino Udaondo.
Junto con el doctor Eduardo Mauriño y la licenciada Andrea González,
Bai codirigió el Simposio, donde con técnicas más sensibles, equipos
científicos de los Estados Unidos, Finlandia, Italia y Holanda pudieron
hallar los anticuerpos de la enfermedad en una mayor cantidad de
personas de lo que estaba registrado. Y, por sus características, los
resultados se pueden aplicar a nuestra población.
“La enfermedad celíaca es uno de los trastornos crónicos más comunes
en los países con población de origen europeo; afecta al 1%. A comienzos
de los 90, un equipo de Italia inauguró una «era» de la epidemiología
de la enfermedad. Con muestras de sangre de 17.201 estudiantes sanos, el
equipo demostró que la enfermedad celíaca es más frecuente de lo que
pensábamos y que la mayoría de los casos atípicos seguirán sin ser
diagnosticados, a menos que se los busque mediante un análisis de
sangre”, escribieron los doctores Alesio Fassano y Carlo Catassi en el
boletín de la Organización Mundial de Gastroenterología.
Y con resultados de estudios similares ambos descubrieron un patrón
común: cada 15 años se duplica la cantidad de personas celíacas.
En el número siguiente del mismo boletín, los doctores Bai y Edgardo
Smecuol, también del Udaondo, escribieron: “Hace unas décadas, se
consideraba que la enfermedad celíaca era un trastorno raro,
principalmente porque el diagnóstico se regía por la existencia de
síntomas gastrointestinales. Pero los últimos estudios epidemiológicos
hallaron pruebas de que la creciente cantidad de pacientes celíacos
detectados en el mundo demuestra un verdadero aumento de la
prevalencia”.
En tanto, desde la Administración Nacional de Alimentos y Tecnología
Médica (ANMAT), difundieron el logo que tienen que exhibir en sus
envases o envoltorios, de modo claramente visible todos aquellos
alimentos libres de gluten que se comercialicen en el país.
La norma establece además que los alimentos “sin TACC” (trigo,
avena, cebada y centeno) podrán llevar también los símbolos
facultativos de la Asociación Celíaca Argentina o el internacionalmente
conocido de la espiga barrada de la Sociedad Celíaca del Reino Unido.
Debido a que nuestro país no contaba con un símbolo anterior, hasta
este momento se venía utilizando el británico sin solicitar ningún tipo
de autorización y sin realizar, en algunos casos, la certificación
pertinente para establecer que el producto es apto para celíacos.
Fuente: Infobae
No hay comentarios:
Publicar un comentario