Cuando se realiza una búsqueda laboral, la edad es uno de los datos
más relevantes y para muchos el N° de documento es un impedimento a la
hora de calificar para el puesto deseado.
En realidad, hay distinto tipo de personas que quedan sin trabajo y tienen más de 50 años; despedidos, cesantes en sus contratos, indemnizados por empresas que cierran o prejubilados. Según los datos del estadísticos, hay casi 900.000 personas que han cumplido los 50 años, que buscan empleo..
En realidad, hay distinto tipo de personas que quedan sin trabajo y tienen más de 50 años; despedidos, cesantes en sus contratos, indemnizados por empresas que cierran o prejubilados. Según los datos del estadísticos, hay casi 900.000 personas que han cumplido los 50 años, que buscan empleo..
Paralelamente a cierta disminución de estas búsquedas por parte de
algunas multinacionales, hay empresas que están requiriendo el”
know-how “de aquellos que alguna vez ocuparon puestos en empresas
internacionacionales.
Muchos de ellos están disponibles y tienen más de 50 años. Se destaca el valor de la experiencia y reconocen los conocimientos que el empleado ha construido en las diversas situaciones laborales , al tener seguramente que resolver las situaciones complejas que imponen hoy las empresas.
Se revaloriza la experiencia por entender que los mayores poseen una solidez que muy difícilmente pueda encontrarse en un joven que está ingresando al ámbito laboral.
Muchos de ellos están disponibles y tienen más de 50 años. Se destaca el valor de la experiencia y reconocen los conocimientos que el empleado ha construido en las diversas situaciones laborales , al tener seguramente que resolver las situaciones complejas que imponen hoy las empresas.
Se revaloriza la experiencia por entender que los mayores poseen una solidez que muy difícilmente pueda encontrarse en un joven que está ingresando al ámbito laboral.
Cómo dar batalla “a los 50”
Empezar de nuevo no es empezar de cero. Eso lo saben muy bien los
trabajadores que, afectados por prejubilaciones forzosas o por planes de
regulación de empleo, han logrado aprovechar su alta cualificación
profesional, sus años de experiencia y sus ganas de trabajar para su
reinserción en el mercado laboral.
Pero no hay que engañarse: la tarea no es sencilla. Quedarse sin empleo
es traumático a cualquier edad y mucho más si el afectado se acerca o
supera el medio siglo de existencia, porque es público y notorio que la
mayoría de las empresas prefieren apostar por los recién recibidos, que
por la capacidad laboral demostrada durante años.
Y para muchos de los que siguen activos tampoco es fácil asumir las
crecientes dificultades que encuentran a la hora de ser promocionados en
las empresas a las que han servido fielmente durante años, debido,
simplemente, a su edad.
Aunque no existen recetas los especialistas resaltan la
importancia de evitar el desánimo evitando pensar : “no hay trabajo y
con 50 años no voy a encontrar” esto es, evitar la “profecía
autocumplida “ que indica que que detrás la frase”no hay trabajo” se
aloja un sujeto actúa para no encontrarlo. ( el que sueña que se ahoga
se ahoga”)
Por lo general el camino comienza elaborando un buen
Curriculum, actualizado,que defina bien el perfil y los conocimientos y
competencias que a lo largo de la vida laboral se fueron acumulando.
Hay que saber “vender” la experiencia que se posee, definiendo bien las
funciones y cargo desempeñados.
Es muy importante revalorizar la experiencia recogida a lo largo de la
vida, teniendo en cuenta que, en muchos casos, conseguir un puesto es
más una cuestión de actitud que de aptitud . Por eso trabajar con la
autoestima es otro de los puntos fundamentales a la hora de plantearnos
la búsqueda.
Hay que poder ampliar la red de contactos, esto puede dar buenos resultados”
Las víctimas de discriminación por la edad –seguramente la menos
oculta de todas cuantas existen- cuentan con ayuda para no enfrentarse
solos a esta situación. Diferentes organismos nos ofrecen distintas
posibilidades en función de nuestras aspiraciones.
Buscar asesoramiento en diferentes organismos y empresas privadas,
generalmente en colaboración con entidades públicas, tiene sus
resultados. En general ofrecen programas diseñados a la medida y con la
ventaja que, además de formación si es que la necesitamos, nos ayudan a
recuperar la confianza perdida.
Otros recurso muy utilizado es incorporarse en las asociaciones de
desocupados que ofrecen asesoramiento sobre la búsqueda de empleo y
cursos subvencionados, bolsas de trabajo y, en algunos casos, apoyo
psicológico a través de personal especializado.
Además se intenta convencer a las empresas que los trabajadores con experiencia conforman una de las mayores riquezas para la compañía y que pueden resultar un aporte interesante para que sean cultores de los más jóvenes.
Además se intenta convencer a las empresas que los trabajadores con experiencia conforman una de las mayores riquezas para la compañía y que pueden resultar un aporte interesante para que sean cultores de los más jóvenes.
Los cambios demográficos derivados de la mayor expectativa de vida en la
población obligarán en el futuro a los directivos a valorar esta la
contribución efectiva de los empleados seniors.
Es importante sensibilizar a las empresas sobre las ventajas que supone
este tipo de contratación que gestiona la diversidad al convocar y
reinsertar a gente de todas las edades.
Los excluidos del mercado laboral son en muchas ocasiones buenos
profesionales en su materia. Cuentan con un bagaje de conococimientos
que les permiten pensar en la autoocupación. El problema es que para
poner en marcha un negocio hace falta algo más que voluntad e ilusión.
Hay que ser capaz de analizar la viabilidad económica, conocer la
inversión que es necesario realizar y las posibles subvenciones.
Lic. Liliana Rita Moreno
Recursos Humanos y Contenidos
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