Empresas destinadas a atraer talentos.
Las mejores compañías sobrepasan a sus competidores en parte gracias a
que atraen verdaderos talentos, gente en el tope de su profesión. Y la
mantienen a bordo al asegurarse de que sean parte de una empresa
conformada por individuos extraordinarios, todos ellos luchando por las
mismas metas ambiciosas.
A lo largo de siete años de investigación activa sobre lo que separa negocios de alto desempeño del resto, hemos llegado a la conclusión de que la mayoría de las compañías exitosas sobrepasan a sus competidores en parte al desarrollar una cultura de talento superior. Atraen lo que nosotros llamamos verdadero talento -y luego mantienen a estas personas de alto nivel a bordo, al hacerles entender que ellos son parte de una empresa seria, una empresa que está conformada por individuos talentosos y comprometidos, todos ellos luchando hacia las mismas metas ambiciosas. En otras palabras, los negocios de alto desempeño se hacen merecedores de dichos talentos extraordinarios.
A lo largo de siete años de investigación activa sobre lo que separa negocios de alto desempeño del resto, hemos llegado a la conclusión de que la mayoría de las compañías exitosas sobrepasan a sus competidores en parte al desarrollar una cultura de talento superior. Atraen lo que nosotros llamamos verdadero talento -y luego mantienen a estas personas de alto nivel a bordo, al hacerles entender que ellos son parte de una empresa seria, una empresa que está conformada por individuos talentosos y comprometidos, todos ellos luchando hacia las mismas metas ambiciosas. En otras palabras, los negocios de alto desempeño se hacen merecedores de dichos talentos extraordinarios.
Cuando hablamos de talentos extraordinarios, no estamos hablando de
estrellas con grandes egos. Estamos hablando de gente que está en el
tope de su profesión (los mejores investigadores de la industria
farmacéutica, por ejemplo) así como aquellos que son muy buenos en lo
que hacen (como los vendedores que constantemente concretan nuevos y
grandes clientes). También nos referimos a los individuos para los que
su trabajo no es sólo un trabajo sino una fuente personal de orgullo.
Hemos determinado que si las organizaciones quieren convertirse en
magnetos de talento, deben establecer una especie de cadena perpetua de
reacción en la que los trabajadores de alto nivel atraen a otras
personas altamente capaces. Esos trabajadores deben poner las
expectativas de mérito en sí mismo tan alto como aquellas expectativas
que ponen frente a los nuevos talentos que están intentando reclutar.
Esto pone de cabeza la “guerra por el talento”; mueve el énfasis de
atraer empleados “estrella” hacia crear una compañía de la que todo
empleado que tome en serio su trabajo quiera hacer parte.
Empleados de alto desempeño establecen un ambiente en el que florecen
tres cualidades fundamentales e igualmente importantes, ambicionadas
por los talentosos. La primera es capacidad. Los empleados
verdaderamente talentosos quieren saber que el equipo al que se están
uniendo tiene lo que se necesita para prosperar en situaciones
difíciles. Los empleados observan esto a través de la competencia
evidente de aquellos a su alrededor.
La segunda cualidad es predictibilidad. Para medir sus propias
posibilidades de éxito, el empleado verdaderamente talentoso demanda
saber lo que puede esperar de los otros. Trabajadores de alto desempeño
generan esto a través de un extendido compromiso de mutua rendición de
cuentas.
La tercera es confiabilidad. Empleados verdaderamente talentosos
consideran que deben poder contar con sus colegas para hacer las cosas
bien. Esta confianza surge en trabajadores de alto desempeño cuando hay
una cultura del honor implícita. Adicionalmente, empleados
verdaderamente talentosos necesitan estar trabajando con otros que
comparten su misma mentalidad y que no se aceptaran compromisos
perjudiciales y que lucharán por mejorías continuas.
Tal vez la mejor manera de evaluar si su negocio merece o no talento
superior es preguntarse a sí mismo: ¿son mis empleados tan buenos que
están siendo tentados fuertemente por mis competidores? Y cuando eligen
irse, ¿es porque son los mejores de la industria y han sido persuadidos
por generosos incentivos? Y más importante, ¿he logrado atraer y retener
suficiente talento que puedo soportar las pérdidas de talento?
Cuando las compañías proveen un ambiente de trabajo con tres
cualidades esenciales -capacidad, predictibilidad y confiabilidad –
establecen la escena para que el talento brille y para que la
organización como un todo florezca.
Por: Javier Carrara, Director de Recursos Humanos para Sudamérica Hispana.
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