La radiación que el cuerpo recibe con estas prácticas no se elimina y puede provocar cáncer y esterilidad. Dicen que la sobreindicación de estos estudios se da por impericia médica y para prevenir juicios por mala praxis.
Lucas recién empezaba a gatear cuando, en un típico accidente de bebés, se cayó de una cama y se golpeó la cabeza. En la guardia médica decidieron que había que sacarle dos radiografías del cráneo. De las placas no surgió nada. Entonces, y por las dudas , los médicos lo anestesiaron y le hicieron una tomografía computada. La radiación a la que fue expuesto el chico en esos dos brevísimos estudios equivale a la que recibiría de manera natural (del cosmos y de las sustancias radiactivas presentes en la naturaleza) durante un año. La radiación que recibió se acumuló en su cuerpo; jamás la eliminará. Y algo más: los niños son diez veces más sensibles a las radiaciones que los adultos .
Para el presidente de la Sociedad Argentina de Radiología, Adolfo Saubidet, en la Argentina los médicos están abusando de este tipo de estudios: "Hay un uso exagerado e innecesario de las radiografías y las tomografías computadas. Es peligroso hacerlas porque sí. No son un juego ".
El doctor Saubidet, vale aclarar, no está en contra del uso de los estudios en los que se utilizan Rayos X, sino de su uso en exceso y sin justificación. "Las radiografías y las tomografías realmente son imprescindibles en muchísimos campos , como en las fracturas, trastornos en el cerebro, para estudios de enfermedades coronarias y del aparato digestivo y en odontología", aclaró.
En la Argentina no hay datos de qué cantidad de radiografías y tomografías se hacen anualmente. Pero algunas empresas de medicina prepaga ya tienen registrado que en los últimos años a sus afiliados se les hicieron más estudios de este tipo. "El año pasado tuvimos un alerta porque la cantidad de radiografías convencionales que se le hicieron a nuestros afiliados fue mucho mayor de lo que habíamos proyectado", dijeron a Clarín en una prepaga de primera línea.
En los Estados Unidos, en la actualidad se hacen cerca de 62 millones de tomografías computadas (TC) por año. En 1980 la cantidad era mucho menor: 3 millones por año, según surge de un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Columbia. "Cerca de un tercio de todas las TC que se hacen en estos momentos en los Estados Unidos no son necesarias desde el punto de vista médico" comentó a la prensa David Brenner, principal autor del estudio.
Del peligro de los Rayos X se sabe desde el siglo XIX. "A bajas dosis (son las que se utilizan para estudios de diagnóstico) hay riesgo de desarrollar cánceres y, aunque no está necesariamente demostrado, existe el riesgo de esterilidad", explicó el ingeniero Gustavo Massera, de la Autoridad Regulatoria Nuclear (ARN).
De acuerdo a Saubidet, muchas veces los médicos ordenan radiografías porque "tienen la lapicera fácil" y porque "ahora los médicos están acostumbrados a practicar la medicina basada en la evidencia y quieren pruebas ". Para Saubidet habría otra razón: "Los propios pacientes terminan exigiéndole al médico que le ordene determinado estudio".
El doctor Alfredo Danishewsky, especialista en mamografías, dio más motivos: "En algunos casos puede deberse a la falta de idoneidad y a la juventud del médico, y en otros al temor a los juicios por mala praxis. Terminan ordenando una radiografía nada más que para asegurarse que el paciente realmente no tenga nada, porque si no pueden perder una fortuna en un juicio ".
El profesional, además, comentó que "unos de los que más están abusando son los otorrinolaringólogos. Antes, para hacer un diagnóstico de sinusitis sólo ordenaban dos placas de senos paranasales. Ahora piden que el paciente se haga una tomografía, con lo que se los expone a mucha más radiación".
¿Otros casos de abusos? "Una persona sufre un golpe en la cabeza. Y aunque no tuvo pérdida de conocimiento, automáticamente el médico le ordena dos placas de frente y perfil. A veces se puede esperar, quedar expectante a ver cómo evoluciona el paciente antes de ordenar el estudio apropiado", sostuvo Saubidet,
El año pasado, la Sociedad Argentina de Radiología editó un manual con un título inequívoco, "Guía de recomendaciones para la correcta solicitud de pruebas de diagnóstico por imagen". Dice en su introducción: "La realización injustificada de estudios que impliquen exposición a la radiación aumenta innecesariamente el riesgo de cáncer en la población expuesta". Después agrega que su propósito es "me jorar la práctica clínica apoyando la tarea del médico prescriptor. La justificación de la práctica tiene por objetivo que el beneficio obtenido sea más importante que el perjuicio ocasionado ".
En esta tendencia de ordenar más estudios no habría un trasfondo de lucro: "El médico que prescribe no es el que factura por el servicio", explicó el doctor Danishewsky.
Para el presidente de la Sociedad Argentina de Radiología, Adolfo Saubidet, en la Argentina los médicos están abusando de este tipo de estudios: "Hay un uso exagerado e innecesario de las radiografías y las tomografías computadas. Es peligroso hacerlas porque sí. No son un juego ".
El doctor Saubidet, vale aclarar, no está en contra del uso de los estudios en los que se utilizan Rayos X, sino de su uso en exceso y sin justificación. "Las radiografías y las tomografías realmente son imprescindibles en muchísimos campos , como en las fracturas, trastornos en el cerebro, para estudios de enfermedades coronarias y del aparato digestivo y en odontología", aclaró.
En la Argentina no hay datos de qué cantidad de radiografías y tomografías se hacen anualmente. Pero algunas empresas de medicina prepaga ya tienen registrado que en los últimos años a sus afiliados se les hicieron más estudios de este tipo. "El año pasado tuvimos un alerta porque la cantidad de radiografías convencionales que se le hicieron a nuestros afiliados fue mucho mayor de lo que habíamos proyectado", dijeron a Clarín en una prepaga de primera línea.
En los Estados Unidos, en la actualidad se hacen cerca de 62 millones de tomografías computadas (TC) por año. En 1980 la cantidad era mucho menor: 3 millones por año, según surge de un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Columbia. "Cerca de un tercio de todas las TC que se hacen en estos momentos en los Estados Unidos no son necesarias desde el punto de vista médico" comentó a la prensa David Brenner, principal autor del estudio.
Del peligro de los Rayos X se sabe desde el siglo XIX. "A bajas dosis (son las que se utilizan para estudios de diagnóstico) hay riesgo de desarrollar cánceres y, aunque no está necesariamente demostrado, existe el riesgo de esterilidad", explicó el ingeniero Gustavo Massera, de la Autoridad Regulatoria Nuclear (ARN).
De acuerdo a Saubidet, muchas veces los médicos ordenan radiografías porque "tienen la lapicera fácil" y porque "ahora los médicos están acostumbrados a practicar la medicina basada en la evidencia y quieren pruebas ". Para Saubidet habría otra razón: "Los propios pacientes terminan exigiéndole al médico que le ordene determinado estudio".
El doctor Alfredo Danishewsky, especialista en mamografías, dio más motivos: "En algunos casos puede deberse a la falta de idoneidad y a la juventud del médico, y en otros al temor a los juicios por mala praxis. Terminan ordenando una radiografía nada más que para asegurarse que el paciente realmente no tenga nada, porque si no pueden perder una fortuna en un juicio ".
El profesional, además, comentó que "unos de los que más están abusando son los otorrinolaringólogos. Antes, para hacer un diagnóstico de sinusitis sólo ordenaban dos placas de senos paranasales. Ahora piden que el paciente se haga una tomografía, con lo que se los expone a mucha más radiación".
¿Otros casos de abusos? "Una persona sufre un golpe en la cabeza. Y aunque no tuvo pérdida de conocimiento, automáticamente el médico le ordena dos placas de frente y perfil. A veces se puede esperar, quedar expectante a ver cómo evoluciona el paciente antes de ordenar el estudio apropiado", sostuvo Saubidet,
El año pasado, la Sociedad Argentina de Radiología editó un manual con un título inequívoco, "Guía de recomendaciones para la correcta solicitud de pruebas de diagnóstico por imagen". Dice en su introducción: "La realización injustificada de estudios que impliquen exposición a la radiación aumenta innecesariamente el riesgo de cáncer en la población expuesta". Después agrega que su propósito es "me jorar la práctica clínica apoyando la tarea del médico prescriptor. La justificación de la práctica tiene por objetivo que el beneficio obtenido sea más importante que el perjuicio ocasionado ".
En esta tendencia de ordenar más estudios no habría un trasfondo de lucro: "El médico que prescribe no es el que factura por el servicio", explicó el doctor Danishewsky.
Ley de Murphy de la salud
Oscar Finkelstein
Algunos médicos quieren cubrirse y prescriben más de lo debido. Otros, parece, sólo lo hacen por impericia. Las prestadoras de servicios de diagnósticos por imágenes no se oponen, claro, porque así obtienen mayores ganancias. Las empresas de medicina, en cambio, se inquietan porque sus costos se incrementan. Muchos pacientes sienten que cuantos más estudios les hacen, mejor prestación les da la prepaga. Pero hay otros a los que les empieza a preocupar la iatrogenia (enfermedad provocada por la práctica médica), que es la versión seria de lo que a simple vista parece una apócrifa ley de Murphy: "Si te hacés muchos estudios para la prevención de tu salud, terminarás enfermo".
Causas más comunes de la utilización innecesaria
1
Repetir exámenes que ya se habían realizado, por ejemplo, en otro hospital, en consultas externas o en urgencias. Hay que intentar conseguir las radiografías existentes.
3
Pedir exámenes con frecuencia, en concreto antes de que la enfermedad haya podido evolucionar o resolverse, o antes de que los resultados puedan servir para modificar el tratamiento.
5
No dar la información clínica necesaria o no plantear las cuestiones que las pruebas de diagnóstico por imágenes deben resolver. Por estas carencias se puede usar una técnica inadecuada.
2
Pedir exámenes complementarios que seguramente no alterarán la atención del paciente, porque los resultados pueden ser irrelevantes o por lo improbable de un resultado positivo.
4
Pedir exámenes inadecuados. Suele ser conveniente comentar el caso con un especialista de radiología o de medicina nuclear antes de pedir estudios complementarios.
6
Exceso de exámenes complementarios. Unos médicos recurren a las pruebas complementarias más que otros. A algunos pacientes les tranquiliza someterse a más estudios.
Repetir exámenes que ya se habían realizado, por ejemplo, en otro hospital, en consultas externas o en urgencias. Hay que intentar conseguir las radiografías existentes.
3
Pedir exámenes con frecuencia, en concreto antes de que la enfermedad haya podido evolucionar o resolverse, o antes de que los resultados puedan servir para modificar el tratamiento.
5
No dar la información clínica necesaria o no plantear las cuestiones que las pruebas de diagnóstico por imágenes deben resolver. Por estas carencias se puede usar una técnica inadecuada.
2
Pedir exámenes complementarios que seguramente no alterarán la atención del paciente, porque los resultados pueden ser irrelevantes o por lo improbable de un resultado positivo.
4
Pedir exámenes inadecuados. Suele ser conveniente comentar el caso con un especialista de radiología o de medicina nuclear antes de pedir estudios complementarios.
6
Exceso de exámenes complementarios. Unos médicos recurren a las pruebas complementarias más que otros. A algunos pacientes les tranquiliza someterse a más estudios.
Antecedente
Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Columbia y presentado a fines del año pasado despertó una fuerte polémica. De acuerdo a la investigación, el exceso de tomografías computadas que se hacen actualmente en los Estados Unidos podría causar 3 millones de casos de cáncer adicionales en ese país en las próximas tres décadas.
En una nota publicada en USA Today, el investigador principal del estudio, el físico David Brenner, sostuvo: "Toda persona que se presente en una sala de emergencias con dolor en el abdomen o dolor de cabeza crónico será sometido de forma automática a una tomografía computada. ¿Se justifica realmente?".
Brenner también sostuvo que "muchos médicos no son conscientes de que una tomografía o dos pueden irradiar al paciente con aproximadamente la misma cantidad de radiación que la bomba atómica vertió sobre los sobrevivientes japoneses de Hiroshima y Nagasaki".
Fuente: Clarín
En una nota publicada en USA Today, el investigador principal del estudio, el físico David Brenner, sostuvo: "Toda persona que se presente en una sala de emergencias con dolor en el abdomen o dolor de cabeza crónico será sometido de forma automática a una tomografía computada. ¿Se justifica realmente?".
Brenner también sostuvo que "muchos médicos no son conscientes de que una tomografía o dos pueden irradiar al paciente con aproximadamente la misma cantidad de radiación que la bomba atómica vertió sobre los sobrevivientes japoneses de Hiroshima y Nagasaki".
Fuente: Clarín
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