Pueden exigir hasta 12 mil pesos para cubrir un puesto específico.
01.08.2010 , porRedaccion LA VOZ.-Hay una categoría especial de empleados, los especialistas, aquellos que tienen los conocimientos, las destrezas y la experiencia para resolver los problemas que otros no pueden. El valor de su trabajo es todo un problema para el empresario, sobre todo aquel que no está dispuesto a pagar grandes sumas salariales.
En los años de crisis, las exigencias de sueldos y condiciones de estos trabajadores se reducen, pero cuando el empleo aumenta, la necesidad por parte de las empresas de acudir a los especialistas en determinados aspectos crece, dándole a este sector un mayor poder de negociación ante el empleador.
"La gente que tiene una profesión valiosa, como un ingeniero, siempre tiene trabajo. El problema de las empresas que no consiguen talentos puntuales tiene que ver con el ingreso que ofrecen; el empresario tiene que entender que la persona especializada o que tiene atributos especiales no puede ganar lo mismo que un empleado habitual", asegura Josefina Rex.
Cuánto vale. Para el gerente de Sesa Select, hay empresarios cordobeses que no saben medir cuánto vale el nivel de competitividad de un especialista. "Cuando una persona pasa una determinada línea hay que medirla de otra manera; qué importa cuánto se le paga si el retorno que te produce es acorde a lo que gana", explica Mariano Gewerc.
Uno de estos casos son los gerentes, que pueden ganar entre 10 y 30 mil pesos. Para los consultores, el problema que genera no tener a una persona especializada en un puesto que lo requiere es mayor al costo de su salario.
"El 'hueco' que se produce en la empresa por un puesto que requiere un especialista no está ocupado y el costo del aprendizaje de una persona sin experiencia es carísimo. Por eso es importante estar asociado a alguien que esté midiendo permanentemente el salario en el resto del mercado, para ver en qué posición esté ubicada la empresa", explica Martín Poncio.
Para Carlos González, sucede que el empresario cordobés "ha tenido malas experiencias", pagando altos sueldos a supuestos especialistas que no lo valen.
Sin embargo, recalca que a muchos empleadores locales "les cuesta tener que pagar por cargos que a primera vista aparecen como improductivos; hay muchos que consideran superfluo pagar a una persona de recursos humanos para que trabaje en la motivación y la felicidad de sus trabajadores, no entienden que a mediano plazo eleva la productividad", asegura el director de Consultores de Empresas.
En los años de crisis, las exigencias de sueldos y condiciones de estos trabajadores se reducen, pero cuando el empleo aumenta, la necesidad por parte de las empresas de acudir a los especialistas en determinados aspectos crece, dándole a este sector un mayor poder de negociación ante el empleador.
"La gente que tiene una profesión valiosa, como un ingeniero, siempre tiene trabajo. El problema de las empresas que no consiguen talentos puntuales tiene que ver con el ingreso que ofrecen; el empresario tiene que entender que la persona especializada o que tiene atributos especiales no puede ganar lo mismo que un empleado habitual", asegura Josefina Rex.
Cuánto vale. Para el gerente de Sesa Select, hay empresarios cordobeses que no saben medir cuánto vale el nivel de competitividad de un especialista. "Cuando una persona pasa una determinada línea hay que medirla de otra manera; qué importa cuánto se le paga si el retorno que te produce es acorde a lo que gana", explica Mariano Gewerc.
Uno de estos casos son los gerentes, que pueden ganar entre 10 y 30 mil pesos. Para los consultores, el problema que genera no tener a una persona especializada en un puesto que lo requiere es mayor al costo de su salario.
"El 'hueco' que se produce en la empresa por un puesto que requiere un especialista no está ocupado y el costo del aprendizaje de una persona sin experiencia es carísimo. Por eso es importante estar asociado a alguien que esté midiendo permanentemente el salario en el resto del mercado, para ver en qué posición esté ubicada la empresa", explica Martín Poncio.
Para Carlos González, sucede que el empresario cordobés "ha tenido malas experiencias", pagando altos sueldos a supuestos especialistas que no lo valen.
Sin embargo, recalca que a muchos empleadores locales "les cuesta tener que pagar por cargos que a primera vista aparecen como improductivos; hay muchos que consideran superfluo pagar a una persona de recursos humanos para que trabaje en la motivación y la felicidad de sus trabajadores, no entienden que a mediano plazo eleva la productividad", asegura el director de Consultores de Empresas.
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