Si en la vacante de empleo a la que queremos aplicar se nos pide indicar remuneración pretendida, no debemos obviar hacerlo.
La empresa solicita de antemano una serie de requisitos para acotar
los postulantes que entrevistará dada la gran cantidad de currículums
que se suelen recibir en las oficinas de recursos humanos. Un postulante
que no responde a todos los requisitos que se le solicita, genera
desconfianza y corre el riesgo de quedar descartados de plano.
La remuneración pretendida no debe indicarse dentro del CV.
El mismo contiene información personal y de carácter público,
cualquiera puede ver nuestro currículum. Las pretensiones salariales
quedan en el plano privado. Lo recomendable es incluir la cifra en la
carta de presentación o en el correo electrónico que enviamos para
adjuntar nuestro CV. Allí, además de explicar las razones por las que
consideras que eres la persona indicada para el puesto, debes mencionar
claramente que estás dispuesto a “conversar” o negociar el monto que
pretendes, de acuerdo con las responsabilidades y tareas específicas de
la función y de los beneficios extra salariales que puede brindar la
empresa tales como bonos, premios por objetivos, comisiones, etc. Esto
te dará la chance de no quedar descartado si te pasas en lo pretendido,
además demostrará que tienes cualidades de negociación siempre
apreciables.
Entonces… ¿cuánto pongo?
La respuesta es “depende”. Depende de muchos factores como:
• Tu situación particular: ¿estás buscando cambiar de un trabajo a otro mejor o llevas meses sin trabajo?
• El puesto al que aspiras: ¿es un cargo operativo o
un puesto que requiere una destreza técnica particular? ¿hay mucha
oferta de trabajadores para el puesto o es una vacante que suele ser
difícil de cubrir?
• La etapa de tu carrera: ¿estás estudiando, recién te gradúas o tienes años de experiencia en puestos similares?
• La empresa a la que aspiras: ¿de qué Sector es? ¿es una compañía multinacional o una pequeña empresa familiar?
En todos los casos, será clave que realices una investigación previa
para conocer el nivel salarial para el puesto y conozcas cuáles son los
costos que necesitás cubrir.
En conclusión, a la hora de buscar un empleo no debes guiarte sólo
por el dinero. De la misma forma que una empresa seria, no sólo elegirá a
su nueva incorporación sólo por lo que pretende ganar sino que también
evaluará otros aspectos.
Si eres un junior o recién estás comenzando en el mundo
laboral, deberás pensar el puesto como una “inversión” para ganar
experiencia y oportunidades de crecimiento donde puedas demostrar tus
capacidades. Quizás sea recomendable que bajes tus pretensiones
económicas si se trata de una empresa que te garantizará todo lo otro.
Si eres un semi-senior ya tienes algo de experiencia y
probablemente tu búsqueda pase por mejoras tanto económicas como de
oportunidades de desarrollo profesional. Entonces deberás analizar cada
vacante viendo qué ponderar más en cada caso.
Si eres un senior, eres muy buscado y valorado por las
empresas. Es importante entonces que te valorices tú mismo y le pongas
un precio a tu experiencia y capacidad. Un senior que por miedo a
pasarse en la pretensión indica “de menos” corre el riesgo de ser
catalogado como poco ambicioso y que no estará a la altura de las
circunstancias. Si tú no valoras tu carrera, menos lo hará una empresa.
Por último, si estás desempleado, el salario al cual uno
aspire debe reflejar una reducción sobre aquel vigente para quien sí
esté empleado. Esta reducción, en ciertos casos, ronda en un 20% pero,
desde ya, depende de cada búsqueda.
Te invito a compartir tu experiencia con este tema y dejar un
comentario, ya que éstos enriquecerán el presente artículo y, además lo
más importante, ayudarán a quienes estén buscando un empleo.
(*) Oscar H. Canorio es Contador Público, Licenciado en Administración, con un MBA en la UADE Business School..
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