Una investigación argentina sobre el tema quedó en el “top ten” de la revista Nature.
La revista Nature
seleccionó como uno de los diez mejores artículos publicados en 2013 a
una investigación de científicos argentinos sobre el canto de los
pájaros, cuyo mecanismo podría servir para avanzar en el campo de la
recuperación del habla de las personas, una distinción que al equipo
"llena de expectativas para seguir trabajando".
El equipo que desarrolló la investigación está integrado por Ana
Amador, Yonatan Sanz Perl y Gabriel Mindlin, del Laboratorio de Sistemas
Dinámicos (LSD) de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la
Universidad de Buenos Aires, y Daniel Margoliash de la Universidad de
Chicago.
"Estamos sorprendidos, contentos. Nature es la revista más
prestigiosa del mundo y estar entre sus 10 historias destacadas, nos
llena de expectativas para seguir trabajando", dijo Mindlin a Télam.
Para el científicio, este reconocimiento "nos brinda visibilidad,
impulso; de hecho varios colegas de distintos países se comunicaron con
nosotros".
Al equipo se agregó ahora el licenciado en biologia, en proceso de
realizar su doctorado en física, Rodrigo Alonso, lo que refuerza así el
esquema de trabajo interdisciplinario "que fue una apuesta, un desafío y
un esfuerzo para todos", destacó el científico.
El canto de las aves
El artículo, publicado en marzo de 2013, desentrañó que la dinámica
del canto de los pájaros está codificada en un grupo de neuronas de la
corteza cerebral premotora, que constituyen un núcleo llamado Centro
Vocal Superior (HVC, por su sigla en inglés).
Esas neuronas actúan en forma predictiva y en conexión con diferentes
estructuras cerebrales relacionadas con la producción del canto y su
aprendizaje.
“En forma similar a los humanos, los pájaros necesitan un tutor para
aprender a cantar, es decir alguien a quien copiar, y el HVC es la
estructura que interviene en ese momento” explicó Amador.
Las células del HVC se van reconfigurando durante el aprendizaje,
incorporando la información necesaria para que el pájaro cante, actuando
en forma simultánea con los músculos del canto.
Según Mindlin “comprender los mecanismos físicos involucrados en el
canto y poder traducirlos a ecuaciones matemáticas sencillas, nos
permitió acercarnos a dispositivos electrónicos minúsculos, capaces de
imitar un comportamiento complejo como la voz y abrir una nueva etapa en
la bioprostética vocal”.
Para conocer los mecanismos neuronales de los pájaros, los
investigadores colocaron sensores en el aparato vocal y músculos de un
ejemplar de Diamante Mandarín y lo enmudecieron temporalmente.
Cuando el ave trataba de cantar, registraron los músculos que se
activaban, la presión que se ejercía en los sacos aéreos y los
mecanismos neuronales que se producían.
La información obtenida les permitió identificar los factores más
importantes para la fonación y desarrollaron un modelo matemático
sencillo que les permitió reproducir el canto de un ave de modo
sintético y en tiempo real, tan verídico, que las propias aves lo
reconocieron como propio.
“Si logramos entender de la misma manera cómo funciona el aparato
fonador de los humanos, las cuerdas vocales y el tracto vocal superior, y
cómo el cerebro envía las instrucciones motoras y cómo estas producen
la diversidad de elementos que componen el habla humana, podríamos
aplicarlo en una solución prostética portátil de muy bajo costo
computacional”, afirmó Mindlin.
Por Agencia Télam
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