Alrededor de la cuarta parte de la población boliviana padece o
padeció algún trastorno mental, según un informe oficial publicado por
el Ministerio de Salud. Las enfermedades mentales afectan a unos 700
millones de personas en el mundo:350 millones padecen depresión, 50
millones epilepsia, 90 millones algún desorden por abuso de sustancias y
35,6 millones mal de Alzheimer, estima la OMS.
De acuerdo con el responsable del área de Salud Mental del Ministerio
de Salud de Bolivia Juvenal Aguilar, “aproximadamente 25 por ciento de
la población de Bolivia padeció o padece algún trastorno mental a causa
de la situación laboral, edad, violencia y otros. Entre las principales
afecciones se encuentran la esquizofrenia en primer lugar, depresión,
epilepsia, anorexia, y adicciones, sobre todo al alcohol”.
El director de Promoción de la Salud Oscar Varas anunció que en
noviembre próximo se realizará un censo nacional para determinar el
número de instituciones mentales y psiquiatras existen en el país, así
como una serie de campañas para socializar a la población los factores
de riesgo que provocan este tipo de enfermedades.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera un trastorno
mental cualquier alteración que conlleva a una disfunción del
comportamiento. Las enfermedades mentales afectan a unos 700 millones de
personas en el mundo y, hasta ahora, no se cuenta con una atención
psicosanitaria adecuada.
De acuerdo con las constataciones hechas por la OMS, estos problemas
constituyen el 13% de las enfermedades mundiales y la tercera parte de
las no transmisibles en el mundo. Los trastornos mentales y aquellos
derivados del uso y abuso de sustancias adictivas representan el 13% de
la carga global de enfermedades, por encima del cáncer y afecciones
cardiovasculares, corrobora otro estudio divulgado en la revista Nature.
Esquizofrenia, depresión y epilepsia, son los grandes retos que
enfrenta la salud mental en la actualidad, y los países más pobres, los
que más sufren al no poder tampoco aprovechar terapias conocidas para
enfermedades como el Parkinson, indica el informe, según el cual, estos
problemas lejos de disminuir, crecerán, incluido el número de suicidios,
que para 2020 ascenderá a un millón y medio al año.
Según la OMS, 350 millones de personas en el mundo padecen depresión,
50 millones sufren epilepsia, 90 millones conviven con algún desorden
de abuso de sustancias y 35,6 millones con mal de Alzheimer y otras
demencias. El costo de las enfermedades mentales asciende a 2.500
millones de dólares al año en el mundo, según cálculos del Foro
Económico Mundial.
Datos estadísticos de la OMS muestran que entre el 76 y el 85 por
ciento de individuos que padecen desórdenes mentales severos no tienen
tratamiento en naciones en vías de desarrollo. Pero en los países ricos,
tampoco reciben atención entre el 35 y el 50 por ciento de los
enfermos.
El 83 por ciento de las naciones con bajos ingresos no tiene fármacos
para tratar el Parkinson y el 25 por ciento no dispone de medicamentos
antiepilépticos, aseguran especialistas de la Universidad de Toronto
(Canadá). La ausencia de tratamiento y la escasez de intervenciones de
prevención refleja además la limitada comprensión del cerebro y sus
mecanismos celulares y moleculares, afirma Abdallah Daar, autor
principal del estudio.
La OMS redactó el borrador de un Plan de Acción para la Salud Mental
2013-2020. La 66 Asamblea de la OMS aprobó el plan para priorizar la
atención psicosanitaria de personas que presenten algún tipo de
trastorno mental.
El plan de salud 2013-2020 propone medidas claras y con un enfoque
integral y multisectorial para la atención, prevención, rehabilitación y
tratamiento de las personas afectadas por demencias u otros tipos de
trastornos mentales.
Los investigadores canadienses proponen una serie de acciones a
desarrollar en los próximos años, entre las que sobresalen identificar
los factores de riesgo sociales modificables y los biológicos en el
transcurso de la vida; comprobar hasta qué punto la pobreza, violencia,
las guerras, emigración y los desastres influyen en la salud mental;
establecer estudios sobre los beneficios de la prevención en la atención
primaria y poner en marcha estrategias para evitar el abuso de
sustancias adictivas en los jóvenes, y realizar investigaciones para
mejorar el tratamiento y tomar las medidas oportunas para facilitar el
acceso de todos los afectados a la atención sanitaria.
Publicado por Bureau De Salud
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