El crecimiento y las mejores condiciones sociales de los últimos años no eliminaron aún las grandes distancias entre ricos y pobres.
Montevideo. Los latinoamericanos viven más años por las
mejores condiciones de vida de la región y la menor mortalidad infantil,
pero siguen haciéndolo en las sociedades más desiguales del mundo,
según un balance de los últimos 20 años lanzado antes de la Primera
Conferencia Regional sobre Población y Desarrollo.
La cita es
organizada por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe
(Cepal) con apoyo del Fondo de Población de Naciones Unidas y se
desarrollará del lunes al jueves próximos en Montevideo.
Entre
otras cosas, el foro pretende revisar y actualizar la agenda creada en
la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo (Cipd)
celebrada en 1994 en El Cairo, un encuentro considerado un hito en la
cuestión porque congregó a 179 países que aprobaron un Programa de
Acción con un horizonte de 20 años.
Un
año antes de cumplirse ese plazo, la cita de Uruguay pretende poner “a
consideración” de los 33 países latinoamericanos “un examen sobre la
implementación” de aquel programa en esa parte del mundo y fijar “una
agenda regional futura”, señala el informe de situación distribuido por
la organización del encuentro.
En la capital egipcia, la comunidad
internacional centró sus metas en el acceso universal a la educación
primaria, con especial atención en las niñas, la reducción de la tasa de
mortalidad materno-infantil y el aumento de esperanza de vida.
El
informe considera que en este último capítulo América Latina brilló
especialmente al situar la edad promedio de muerte de sus ciudadanos en
75 años, siete años más que la del total de las regiones menos
desarrolladas y sólo 1,8 menos que el promedio de Europa. La cifra es
más llamativa si se compara con la de 1950, cuando los latinoamericanos
vivían 23 años menos de esa cifra media.
Además, desde mitad del
siglo 20 la tasa de mortalidad infantil regional cayó más del 86 por
ciento, de 138 a 19 defunciones anuales por cada mil recién nacidos
vivos, y en todos los países se observó una reducción del riesgo de
muerte antes del primer año de vida. Pero “la mortalidad materna
permanece inaceptablemente alta” y Ecuador, Guatemala, Guyana, Honduras,
Perú y Bolivia presentan en este terreno “una situación inquietante”
con más de 200 fallecimientos de mujeres por cada 100 mil nacidos vivos.
Llama
también la atención la caída de la fecundidad en una región que a
mediados del siglo 20 tenía una tasa de seis hijos por mujer, un hijo
más que el promedio mundial, pero que en los ’90 ubicó ese índice en
2,9, por debajo de la media del planeta, y en los últimos 20 años en
2,17. En este contexto se ha ido produciendo una desaceleración
paulatina en el crecimiento de la población de América latina. Después
de triplicarse entre 1950 y 2010, al pasar de 167 a 590 millones de
habitantes, se prevé que hasta 2030 registre una subida del 20 por
ciento y de sólo un nueve por ciento más hacia 2050.
Entre las
preocupaciones del informe sobresalen las relativas a infancia y
adolescencia. El 45 por ciento de menores de 18 años eran pobres en
2009, fenómeno que para Naciones Unidas es “inaceptable”. El estudio
considera que “uno de los principales mecanismos que contribuyen a la
reproducción” de esa situación es “el limitado acceso de niños y jóvenes
pobres a la educación de calidad”. El Salvador, Guatemala, Honduras y
Nicaragua presentan las peores tasas y sólo se mantienen en la escuela
el 75 por ciento de los jóvenes de 15 años.
Tan malo o peor es el
apartado de fecundidad adolescente, pues “en la mayoría de países con
datos disponibles ha habido un aumento del porcentaje de jóvenes madres
entre 1990 y 2010 (12 de 18 países)”.
Pese a que la tendencia
desde 2000 se atenuó, todavía 10 de 18 países en la última década
sufrieron subidas (Argentina, Bolivia, Colombia, Ecuador, Guatemala,
México, República Dominicana, Nicaragua, Perú y Venezuela), aunque en
los tres últimos de forma marginal.
Tras estos indicadores subyace el hecho de que “la región continúa siendo la de mayor desigualdad del mundo”.
Estas
diferencias son palpables en salud reproductiva entre mujeres rurales,
jóvenes, con menor nivel educativo e indígenas. “La desigualdad étnica
es una dimensión adicional de la aguda desigualdad regional”, con una
mortalidad infantil en los niños indígenas un 60 por ciento mayor a la
de los no indígenas.
Datos relevantes
Demografía.
Un documento actualizado de la ONU sobre perspectivas de la población
mundial indica que hacia el año 2050 el número de habitantes en América
latina alcanzará a 902 millones (el mundo tendrá entonces 10.868
millones de habitantes) y que en la región y el Caribe, en general, hay
más mujeres que hombres.
Patrón común. La tendencia de
mayoría femenina se refleja en los países más poblados de la región
–Brasil, México, Argentina y Colombia–, aunque se iguala o se revierte
en otros, como Bolivia, Cuba, Ecuador, Honduras, Perú y Venezuela.
Víctimas.
Las latinoamericanas y caribeñas padecen más el fenómeno de la
inmigración. A la violencia, la pobreza y la falta de escolaridad se
suman la trata de personas, la explotación laboral y el tráfico de
drogas.
09/08/2013 00:01 | Raúl Cortés (Agencia EFE)
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