Los modelos matematicos empleados reflejaron que la
combinacion de metodos preventivos (en especial los que incluyan el
tratamiento como prevencion o la profilaxis preexposicion) pueden
reducir en gran medida el riesgo de transmision del VIH. Los cientificos
siguen intentando determinar que riesgo de transmision entrañan las
distintas practicas sexuales.
Así, un equipo de
investigadores de los Centros para el Control y Prevenci0n de
Enfermedades de EE UU (CDC, en sus siglas en ingles) realizaron la
actualizacion de sus anteriores estimaciones de riesgo de adquisicion
del VIH por diversas vias como la parenteral, la vertical o la sexual.
También examinaron el efecto protector de los preservativos, la
circuncisión masculina y la terapia antirretroviral.Los autores
realizaron la evaluación 7.339 abstracts sobre el riesgo de transmisión,
de los que 90 fueron considerados relevantes y 14 fueron incluidos en
la revisión sistemática. En cuanto a los factores de modificación del
riesgo, se consideraron 8.119 abstracts, de los que 15 artículos fueron
considerados relevantes para el análisis.
Entre los
factores relacionados con un mayor riesgo de transmisión, los autores
determinaron que: La infección aguda por VIH supuso un riesgo más de 7
veces superior de infección que la infección asintomática (Intervalo de
confianza de 95% [IC95%]: 3,05 – 17,30); estar en una etapa tardía
supone un riesgo 5,81 veces superior en comparación con la infección
asintomática (IC95%: 3,00-11,40); tener una carga viral en sangre
elevada supuso un riesgo de transmisión 2,89 veces superior (IC95%: 2,19
– 3,82) y presentar una enfermedad genital ulcerosa, un riesgo 2,65
veces superior (IC95%: 1,35 – 5,19). Por su parte, entre los factores
relacionados con un menor riesgo de transmisión estarían como se lee en
la imagen:
El riesgo estimado de transmisión sexual se
reduciría en un 99% si las parejas serodiscordantes usan preservativos y
la persona con VIH toma el tratamiento antirretroviral.Los autores del
estudio afirman que sus cálculos actualizados suponen un aumento del
valor de estimación previa del riesgo tanto en el sexo anal insertivo
como el receptivo, aunque admiten que los datos anteriores están dentro
de los intervalos de confianza de las nuevas estadísticas.
Según
los autores, la comprensión de los efectos que tienen los factores de
modificación sobre el riesgo de transmisión puede servir para determinar
mejor el riesgo personal y para informar los esfuerzos preventivos del
VIH.El mismo equipo de investigadores llevó a cabo un segundo estudio
para determinar los efectos de la combinación de estrategias para
prevenir la transmisión sexual del VIH, para lo cual emplearon un modelo
matemático que calculó el riesgo estimado de transmisión sexual a lo
largo de periodos de 1 y 10 años de tiempo, en parejas serodiscordantes,
tanto heterosexuales como de hombres que practican sexo con hombres
(HSH).El modelo se basó en los factores de reducción de riesgo
observados en otros estudios, tal y como se describió más arriba.A lo
largo de un periodo de 10 años, si no se usa ningún tipo de medida
protectora, el riesgo de transmisión por vía vaginal para una pareja
heterosexual en el que la mujer es la persona con VIH se calculó en un
44%. En el caso de las parejas de hombres que practican sexo con otros
hombres, este riesgo alcanzaría casi el 100% si no se usan medidas
preventivas.En el caso de que las parejas emplearan una única estrategia
preventiva, el riesgo de infección a los 10 años se reduciría, aunque
seguiría siendo destacable: 11% en el caso del sexo por vía vaginal
usando únicamente preservativos. Esta cifra siguió siendo muy elevada en
el caso de las parejas de HSH que sólo utilicen preservativos: 76%. En
el caso de recurrir únicamente a la PPrE, el riesgo a los diez años fue
de un 15% en el caso de una pareja heterosexual (siendo la mujer la
persona con VIH), y del 98% en el caso de las parejas de HSH.La
estrategia que mayor eficacia mostró al ser usada de forma exclusiva fue
el tratamiento de la persona con VIH. En el caso de las parejas
heterosexuales, esto supuso un riesgo acumulado del 2% en 10 años. Por
su parte, el riesgo acumulado de infección en 10 años en las parejas
homosexuales masculinas fue del 25% en el caso de la terapia
antirretroviral. Al añadir el uso constante del preservativo, este
riesgo acumulado disminuyó por debajo del 10%. Aunque las previsiones de
dichos modelos se basan en los mejores datos disponibles, no tienen en
cuenta otros aspectos como la carga viral o el nivel de adherencia, y
tampoco hay demasiados datos sobre las relaciones sexuales anales en
parejas heterosexuales. De todos modos, los autores advierten de que su
modelo no está diseñado para predecir el riesgo de transmisión de las
parejas serodiscordantes en el mundo real a lo largo de una relación de
varios años, sino que lo que pretenden es poner de relieve cómo el
riesgo se acumula con el tiempo, incluso cuando se sigue una estrategia
preventiva.
Fuente: HIVandHepatitis/Elaboración propia
(gTt-VIH) Referencias: Patel P, Borkowf CB, Brooks JT, et al. Estimating
per-act HIV transmission risk: a systematic review. AIDS. May 6, 2014
(Epub ahead of print).Lasry A, Sansom SL, Wolitski RJ, et al. HIV sexual
transmission risk among serodiscordant couples: assessing the effects
of combining prevention strategies. AIDS. May 6, 2014 (Epub ahead of
print).
www.gtt-vih.org. Grupo de Trabajo sobre Tratamientos del VIH (gTt). Barcelona (España).
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