La historia del perro que hace dos años dio la vuelta al mundo. Nada varió desde entonces: continúa vigilando cada día el sitio del cementerio donde descansa su exdueño.
Villa Carlos Paz. Capitán sigue ahí,
firme, en el cementerio de Carlos Paz. Es el perro más famoso de la
ciudad, y hasta de la provincia, pero él no se mosquea. No lo desvela
esa fama mundial que ganó a partir de la nota sobre su historia
publicada en 2012 por La Voz del Interior y descansa en la sombra
durante largas horas. De vez en cuando abre los ojos para mirar
alrededor y constatar que todo marche normal en su mundo de perros y
tumbas.
Capitán llegó al cementerio en enero de 2007, siguiendo el rastro de
Miguel Guzmán, su amo fallecido poco antes. Su familia lo perdió de
vista tras la muerte de Miguel. Lo encontró recién meses después, frente
al nicho donde descansan los restos de su dueño. Nunca nadie pudo
explicarse cómo llegó hasta allí. Es como si hubiese sabido leer la
placa con el nombre de su amo.
La historia del perro dio la vuelta al mundo, tomada por medios de
muy diversos países, y hasta hubo intenciones de hacer una película.
Documentalistas franceses llegaron el año pasado a Carlos Paz para
contar la conmovedora vida del perro, que difundieron en el programa 30 Millons d´amis (30 millones de amigos), que se emite desde hace años en Francia.
Capitán es un perro mestizo, con algo de ovejero alemán y otro tanto “de mezcla”.
Inamovible
El otoño parece no afectar a Capitán, que sigue pasando sus horas
entre el cementerio y ocasionales visitas a la casa de su familia, a
unas 20 cuadras. Desde hace siete años, elige vigilar la tumba de su
amo.
Pablo Castro es empleado del cementerio y, por lo tanto, uno de los
cuidadores de Capitán. “El perro está bien, vienen a traerle comida, lo
atienden los veterinarios; se lo ve viejito, pero bien”, comenta. En el
lugar hay cinco perros estables y otros que de vez en cuando llegan a
buscar comida.
“En temporada, desde que se hizo famoso, viene mucha gente a conocer a Capitán, a visitarlo”, asegura Pablo.
Cintia Daglio es miembro de la Institución Protectora de Animales
Desamparados (Ipad) y asegura que a partir de que la historia de Capitán
se hizo tan conocida hubo un cambio de conciencia en la ciudad sobre
los perros callejeros. “Fue un golpe en el momento y la gente tomó más
compromiso con los animales en la calle. Fue un poco por la nota y el
movimiento que surgió en las redes sociales”, afirma. Sobre Capitán,
asegura que la Municipalidad local “en su momento se hizo cargo y
después no lo hizo más”. Según Cintia, “la misma gente del lugar le da
de comer y lo siguen manteniendo los vecinos y los empleados”.
Si bien no se sabe con precisión cuántos años tiene, se calcula que
ronda los nueve. El año pasado fue operado de un mal en la vista del que
no se recuperó totalmente.
Los que cada día trabajan en el cementerio siguen asombrados: “Lo han
querido llevar varias veces, pero él siempre vuelve. No hay noche en
que no la pase junto a su amo”, cuentan.
Un gesto conmovedor
Para el asombro. El 12 de septiembre de 2012, La Voz del Interior
publicó la particular historia del perro Capitán. Había llegado a la
casa de Damián Guzmán, en Carlos Paz, en 2005, como un regalo de su
padre Miguel. El 24 de marzo de 2006, Miguel murió. Ese día, el perro
también dejó la casa. La familia lo creía perdido, pero a los meses
volvió, olfateó cada rincón y se fue.
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