Su gran virtud es que solucionará el agotamiento de direcciones IP y permitirá un sinnúmero de nuevas aplicaciones.
Ayer, empresas como Cisco, Google, Facebook y Microsoft pusieron a prueba el nuevo protocolo de Internet IPv6, que pretende reemplazar al vigente IPv4. De esa manera, la Web busca efectuar un pospuesto cambio tecnológico que servirá para ampliar la capacidad de Internet.
Con el IPV6, la Web pasará de tener una capacidad para almacenar 4 billones de direcciones IP -que pueden ser entendidas como etiquetas numéricas para identificar a un dispositivo conectado (ver Wikipedia)- a una para 340 undecillones de direcciones.
Crecimiento. En la última década, Internet tuvo un crecimiento imparable: si en 2000, en todo el mundo, había 250 millones de usuarios, esa cifra se multiplicó por ocho una década más tarde, según cifras de la Unión Internacional de Telecomunicaciones.
Cada uno de ellos es probable que acceda desde más de un dispositivo, como computadoras y celulares, que deben utilizar un identificador único denominado número IP.
La gran virtud del nuevo protocolo es que concede un número casi ilimitado de direcciones IP, permite un sinnúmero de nuevas aplicaciones (poner en marcha el micoondas o apagar la licuadora, vía celular), da más seguridad al usuario y hace que todo fluya más rápido.
Agotamiento. El nuevo protocolo empezó a ponerse a prueba justo en el momento en que Internet está por colapsar: sólo quedan un 2 por ciento de direcciones de IP disponibles, lo que implica la imposibilidad de otorgar licencias de acceso a nuevos usuarios.
En otras palabras: la situación es casi equiparable a poseer un celular sin chip y tener que esperar a que alguien corte la comunicación para pedírselo prestado. Ocurre que para poder navegar libremente por la web cada equipo recibe una dirección IP, algo así como un documento de identidad virtual único e irrepetible.
La multiplicación de dispositivos que se vinculan a la red (celulares, netbooks, tabletas, lectores de e-books) puso en evidencia la escasez de esas direcciones IP, lo que compromete la evolución de la red.
El futuro. Durante los próximos años, ambos protocolos convivirán, pero aún llegado el momento en que toda la red funcione sobre el IPv6, no hará falta cambiar de computadora, sino sólo reemplazar routers hogareños y cambiar algunos módems; en cuanto al soft, en caso de Windows, desde la versión XP en adelante, es compatible con IPv6.
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